Como 26o presidente de Estados Unidos, Theodore Roosevelt tuvo una posición única para convertir a su país en potencia mundial. En 1904, año en que su gobierno inició la construcción del canal de Panamá, el presidente reaccionó ante la amenaza de intervención europea en la República Dominicana emitiendo el “Corolario de Roosevelt a la doctrina Monroe”. 

Esta proclama modificaba el lenguaje pasivo de la doctrina Monroe de 1823, la cual reclamaba a las Américas como esfera de influencia de EE.UU., pero sin especificar estrategias. El corolario de Roosevelt afirmaba el derecho de EE.UU. a la intervención activa. En las primeras décadas del siglo XX, el corolario justificó el uso de la fuerza militar estadounidense en Cuba, la República Dominicana, Haití, Nicaragua, Panamá y otros países a fin de garantizar el alineamiento ideológico y económico de estos países con EE.UU.