Emilio Aguinaldo (1869–1964)
Tras liderar la Revolución Filipina (1896–97), Emilio Aguinaldo firmó una tregua el 14 de diciembre de 1897 por la cual aceptaba la amnistía, 800,000 pesetas españolas (poco más de $5,000 en 2023) y la promesa de reformas por parte de España. Estuvo exiliado en Hong Kong, pero regresó a Cavite el 19 de mayo de 1898 en un barco de la Marina de EE.UU.
El 12 de junio de 1898, Aguinaldo y sus seguidores declararon a Filipinas estado independiente, pero EE.UU. rehusó reconocer la soberanía de la nueva república. Las tensiones aumentaron hasta que estalló la Guerra Filipino-Estadounidense el 4 de febrero de 1899.
Al cabo de un tiempo Aguinaldo fue capturado, y el 19 de abril de 1901 emitió una proclama a los filipinos aceptando a EE.UU. como nueva autoridad colonial. No obstante, las guerrillas persistieron en Batangas y Laguna, así como en las islas musulmanas de Mindanao y Joló. Aguinaldo colaboró luego con las fuerzas japonesas durante la II Guerra Mundial y las ayudó a expulsar a EE.UU. de Filipinas.